Lee estos consejos
1.Ajusta tus expectativas
En las fechas navideñas creemos que todo debe ser perfecto, significativo y hermoso.
Deberíamos de estar alegres, felices y unidos.
¿Quién dijo que esa es la norma? Lo normal es la adversidad y el estrés.
Si quitamos expectativas, paradójicamente podemos fluir y disfrutar más el presente.
No esperes que las demás personas actúen como tú quieres que actúen o hagan lo que tu quieres que hagan.
Las expectativas son la fuente de sufrimiento.
No podemos cambiar a nadie y no podemos controlar la dinámica familiar.
Hay que enfocarnos en lo que sí podemos controlar: nuestra reacción.
2. Responder en vez de reaccionar
Es normal que nuestra familia apriete nuestros botones rojos.
Tocan nuestras heridas del pasado y reaccionamos.
Muchas veces por eso acabamos en las mismas dinámicas o patrones de conflicto.
No nos sentimos valorados, escuchados, suficientes, etc… y reaccionamos.
Para evitarlo, es importante identificar aquello que te estresa desde antes.
Así puedes manejar la emoción del momento y no actúas en automático.
Además, es muy útil conocer las heridas y botones rojos de los demás para no crear conflictos.
3. Acepta las diferencias.
Nuestro cerebro evolucionó para rodearnos de quienes son iguales a nosotros.
Se tiene la expectativa inconsciente de que en la familia “todos somos iguales”.
Eso hace que “ser uno mismo” sea difícil. ¿Quieres conectar profundamente con tu familia? Observa y honra las diferencias.
Estar con la familia cuando uno ha cambiado puede ser estresante.
Es más fácil adaptarse al sistema que ser uno mismo.
No pienses que ya conoces a todos porque son tu familia.
En el tiempo que no los viste pudieron haber cambiado. Tener la apertura de conocer las nuevas facetas de alguien o las diferencias, es lo que puede conectar profundamente.
4. Pausar conversaciones difíciles.
Tu familia no tiene que pensar como tú para llevarse bien o para quererse.
No busques que piensen como tú.
Si hay una discusión de un tema delicado y ves que no hay apertura para cuestionarse o para aceptar las diferencias, pon en pausa la discusión.
“¿Podemos poner en pausa la conversación y hablar de otra cosa?”.
5. No des consejos no solicitados
Los consejos no solicitados basados en opiniones pueden hacer que las relaciones tensas sean aún más estresantes.
6. Pon límites sanos.
Comunica tus necesidades emocionales a los demás. Al mismo tiempo, busca entender y respetar las necesidades de los demás.
¿Quieres conectar y conocer profundamente a tu familia?
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