¿Cómo identificar una relación tóxica?
Una relación tóxica sucede cuando dos personas son emocionalmente dependientes la una de la otra.
Se usan mutuamente para llenar los vacíos, la aprobación, el reconocimiento o el amor que no sienten por sí mismos.
Una persona que no se ama por completo y no es plena consigo misma, se acostumbra a un amor que es así: incompleto.
Es lo que su cerebro conoce e interpreta como amor, entonces un amor completo y sano se siente extraño y lo rechaza. No confían en él y no lo aceptan.
Una persona que vive así sólo acepta el afecto de personas que también la aman o la respetan de manera incompleta.
Solemos buscar el grado de amor que conocemos y al que estamos acostumbrados.
Cuando hay esta falta de amor y plenitud propia, hay inseguridad en uno mismo.
Por lo tanto, también empieza a haber inseguridad el uno con el otro. ¿Y si me deja? ¿Y si se da cuenta que soy un perdedor?
Estas personas necesitan probar constantemente si la otra persona realmente quiere estar con ellos o no.
¿Cuáles son estas pruebas? Dramas o problemas.
Cuando se crea un conflicto innecesario y la pareja las perdona, se genera una falsa sensación de seguridad.
Lamentablemente, el drama no dura. La raíz del problema persiste (inseguridad y falta de amor propio) y por lo tanto la pareja necesita otra inyección de drama para mantener la sensación de seguridad.
Las personas con una relación sana consigo mismos simplemente no crean o toleran conflictos innecesarios.
Asumen su responsabilidad dentro de los problemas y esperan que los demás también lo hagan.
Las relaciones sanas no necesitan inventar conflictos para reafirmar su amor. Más bien minimizan el conflicto para crear espacio para el amor.
Una relación saludable se da cuando dos personas son emocionalmente interdependientes entre sí. Se pueden amar y respetar, porque se aman y se respetan a sí mismos.
Hay que entender que no existen personas tóxicas. Sólo existen relaciones y acciones tóxicas.
Cuando una relación no es sana, hay que aceptar y observar nuestra responsabilidad también.
La toxicidad en una relación surge porque hay dos personas responsables. Nunca somos víctimas solamente y la otra persona no tiene toda la responsabilidad.
Por algo llegamos a esa persona.
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