¿Qué es el éxito?
En la teoría, la mayoría responde que es subjetivo y depende de cada quien.
En la práctica, la mayoría busca lo mismo: dinero, cosas materiales, estatus, poder, fama, etc…
¿Éxito es un coche ostentoso? ¿Una bolsa de marca? ¿Poder pagar operaciones estéticas?
Como sociedad estamos acostumbramos a buscar eso.
No me malinterpretes, nada de eso es “malo”. Simplemente esa no debería ser nuestra definición de éxito.
Todo lo anterior debería de llegar como añadidura de una vida realmente plena y equilibrada en todas las áreas.
Si observamos detenidamente las vidas de personas que han logrado ese “éxito” material, nos daremos cuenta que muchas veces no son plenas realmente.
Sus relaciones no son sanas o profundas, viven en constante estrés, no viven en paz con sus emociones o no son plenos realmente.
Nuestra idea de éxito viene de la educación, de lo que vemos en otros, de la comparación, etc…
Nuestra idea de éxito y de lo que nos hará “felices” viene de dolores y vacíos emocionales del pasado.
Nuestra mente está diseñada para sobrevivir y para lograrlo está programada para evitar el dolor y buscar placer.
Cuando hay dolor o sufrimiento buscamos gratificación instantánea.
Si el dolor fue mucho y nos marca, muchas veces buscamos compensar con aquello que nos faltó.
Si sufrimos rechazo, ahora buscamos aprobación a través del éxito material.
Si no nos sentimos vistos, ahora buscamos fama o reconocimiento.
Si sentimos humillación o sentimos que no encajamos, ahora buscamos estatus.
Lo que se busca no es negativo, el problema es el vacío o la herida desde donde lo buscamos.
Creo que nuestro significado de éxito debería cambiar: una persona exitosa es aquella que es plena en todas las áreas de su vida:
Alguien que trabaja en algo que le apasiona, alguien que tiene salud, alguien que vive en gratitud, alguien que vive en paz con sus emociones y las adversidades, alguien empático y compasivo, alguien que tiene buenas relaciones.
Por eso compartimos estos juegos de preguntas:
Para que vivamos en una sociedad en donde se priorice como éxito la calidad de nuestra relaciones y la paz emocional.