Sigo creyendo en estar con una persona para toda la vida.
El problema es que nuestra mente no está diseñada para lograrlo.
¿Por qué nuestra mente no está diseñada para elegir a alguien para toda la vida?
Porque nuestro cerebro no está hecho para hacernos felices, evolucionó para hacernos sobrevivir.
Para ayudarnos a sobrevivir, el cerebro se acostumbra a la felicidad. Así no se distrae y está atento al siguiente peligro.
Cuando tienes una experiencia por primera vez, es gloriosa y te brinda mucha felicidad o placer.
Pero si es algo que experimentas constantemente, te acostumbras y tus niveles de felicidad ya no son los mismos.
A esto se le llama “adaptación hedónica”.
Es normal que al inicio hayan cosas que impactan mucho tu felicidad y con el tiempo dejan de tener el mismo impacto.
Lo mismo pasa en las relaciones.
El nivel de placer sexual, el entusiasmo o el aprecio por la relación pueden dejar de tener el mismo impacto.
Hay un problema adicional con la adaptación hedónica, no somos conscientes de que está sucediendo.
Creemos que ya no hay pasión, enamoramiento, amor o las cosas ya no están funcionando.
Creemos que si es la persona correcta, la relación tiene que funcionar y fluir por sí misma y nos tiene que hacer felices en automático.
¡Eso no pasa! Como ya aprendimos, lo normal es que el cerebro se adapte, que la relación ya no te de el mismo nivel de felicidad y que deje de funcionar.
La buena noticia, es que se puede hacer algo al respecto.
Cuando partes de la idea de que es normal que el cerebro se acostumbre, puedes actuar para que sea diferente.
Como todo en la vida, necesitamos ser proactivos para tener resultados positivos.
Aunque no tengas las mismas “ganas”, eliges hacer lo que hiciste al inicio y actúas para cultivar la pasión, aprecio, entusiasmo y felicidad.
Este proceso de elegir a alguien es lo que te hace una mejor persona y lo que te enseña a experimentar mayores niveles de plenitud porque ahora esa plenitud depende de ti.
Por eso sigo creyendo en elegir a alguien para toda la vida.
- Porque elegir a alguien constantemente te lleva a experimentar un amor más profundo que no tiene condiciones.
- Porque tu pareja se convierte en tu espejo y la relación se convierte en tu mejor maestro para crecer como persona.
- Porque para elegir mantener la relación, tienes que crecer, mejorar y aprender a apreciar y a cultivar plenitud.
¿Quieres crear esa pasión, apreció y entusiasmo en la relación?
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