Tu cerebro está diseñado para sobrevivir y adaptarse.
Cuando hay caos y dolor, la mente busca automáticamente evitar ese dolor.
Para evitar el dolor, solemos buscar cualquier cosa que nos de placer: entretenimiento, sustancias, bebida, comida, etc…
Con eso logramos adormecer aquello que duele.
Cuando la vida duele, lo que solemos hacer es adaptarnos a ese dolor al buscar placer.
En vez de hacernos responsables y hacer cambios.
¿Por qué? Porque lo nuevo representa más peligro potencial y requiere energía.
Por eso para el cerebro es más fácil adaptarse al dolor, en vez de hacer cambios.
Es fácil acostumbrarse a una vida llena de dolores menores.
Una vida en la que no eres completamente feliz, tu trabajo te harta, a tus relaciones les falta conexión y tu salud es bastante sostenible.
Nada es grave, pero tampoco es plenitud.
Por eso te deseo caos y deseo que te hartes de tu vida.
Es paradójico, pero cuando tenemos dolores mayores es cuando buscamos hacer cambios.
El peligro de quedarnos igual ahora es más grande que el peligro de hacer cambios.
Estar adormecido por placeres puede parecer que es felicidad.
De hecho, hay mucha gente que vive en dolor y ni siquiera lo sabe.
No te das cuenta de que las cosas pueden mejorar hasta que experimentas caos o un nuevo estándar de vida.
No esperes a que la adversidad y el dolor te haga moverte a crear cambios.
Busca hacer los cambios por decisión e inspiración.
Créeme, siempre se puede mejorar y puedes experimentar nuevos niveles de plenitud.
¿Quieres identificar tus emociones, dolores y áreas donde podrías hacer cambios?
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