En cualquier amistad se presentará una emoción capaz de destruir la relación.
No hay escapatoria e inevitablemente llegará en algún momento.
Si no hay consciencia de la emoción y se acepta, se entiende y se transforma, dañará la amistad.
Esta emoción es la envidia.
Tal vez se presenta con silencios, comentarios raros, miradas raras, falta de agradecimiento o falta de preguntas e interés por tu vida.
Si la emoción es constante y no se acepta, con el tiempo empezará a molestar y lo más común es que la persona que siente envidia se aleje o te deje de buscar.
1.Aceptar la situación
El primer paso para solucionar este dilema es aceptar que existe esta emoción.
En algún punto alguien tendrá algo que la otra persona no tiene. Tal vez una pareja, un buen trabajo, dinero, logros o una casa.
¡Es obvio que habrá envidia!
Solemos ser amigos de gente que comparte los mismos gustos, valores y aspiraciones.
Las razones por las que hay envidia, son las mismas razones por las que hay una amistad: se tienen los mismos gustos.
Por eso es tan normal estos sentimientos en las amistades.
La religión y nuestros padres nos han enseñado erróneamente a reprimir esta emoción.
Se nos enseña que no podemos ser buenos si tenemos envidia.
Negamos y creemos imposible que podamos sentir eso por alguien que queremos.
Pero si reprimimos la emoción, no desaparece y más bien se complica más.
No se procesa la emoción, ninguna de las partes reconoce o habla del problema y entonces se pierde el contacto.
2. Entender de dónde viene.
El segundo paso para procesar la emoción, es entender que la envidia solamente es una señal que nos enseña nuestros verdaderos deseos y anhelos.
Se siente mal y la emoción es negativa porque se junta con un aspecto que nos hace daño: no sentirnos suficiente para alcanzar aquello que deseamos.
3. Expresar las cosas
Esta emoción es tan dañina para las amistades porque vivimos en una cultura que no nos deja admitir envidia y expresarla.
La persona que siente envidia acaba por negar lo que quiere y se distancia de la amistad.
En vez de normalizarlo, expresarlo y hasta buscar consejos para obtener lo mismo.
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