💔 (Y cómo empezar a sanarla)
La herida de abandono no siempre viene del abandono físico.
A veces, viene de sentir que no estaban emocionalmente cuando más lo necesitabas.
📌 Y sin darte cuenta, esa herida sigue afectando tus relaciones hoy.
Señal 1 – Miedo intenso a que te dejen
🔹 Incluso cuando todo va bien, sientes que en cualquier momento la otra persona se irá.
🔹 Te cuesta confiar en que alguien se quede.
💡 El abandono que más duele es el que aún no ha pasado… pero no dejas de anticipar.
Señal 2 – Te apegas rápido y te cuesta soltar
🔹 Idealizas rápido.
🔹 Aunque sepas que la relación no te hace bien… te aferras.
🔹 El dolor de soltar es mayor al dolor de quedarte.
💡 A veces aguantas lo insano solo para no sentirte solo.
Señal 3 – Te haces pequeño para que no te dejen
🔹 No pones límites.
🔹 Evitas conflictos.
🔹 Cambias quién eres con tal de no incomodar.
💡 Confundes amor con adaptarte. Y eso no es amor. Es miedo.
Señal 4 – Saboteas relaciones sanas
🔹 Cuando alguien realmente te quiere… lo dudas.
🔹 Te sientes incómodo con la estabilidad.
🔹 Crees que no mereces tanto.
📌 La herida no solo te hace sufrir con quien se va,
💡 también con quien decide quedarse.
Señal 5 – Necesitas validación constante
🔹 Quieres atención, aprobación, presencia.
🔹 Cuando no la tienes, entras en ansiedad o tristeza.
💡 El abandono emocional de ayer crea una dependencia emocional hoy.
¿Cómo empezar a sanar esta herida?
✅ Reconoce el origen: ¿cuándo te sentiste emocionalmente solo por primera vez?
✅ Aprende a darte lo que siempre esperaste recibir: presencia, contención, amor.
✅ Trabaja el apego con terapia, escritura o acompañamiento emocional.
📌 Sanar no es olvidar. Es cuidar hoy lo que antes nadie supo cuidar.