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Peleas de pareja: esto revelan los conflictos de tu relación

Peleas de pareja: esto revelan los conflictos de tu relación

Las discusiones no siempre son señal de que la relación esté mal o que el amor se está acabando; al contrario, puede ser una oportunidad para conocerse mejor y fortalecer el vínculo. De hecho, esas peleas de pareja pueden ser pistas de algunas inseguridades, expectativas no habladas o heridas emocionales que siguen abiertas.

En realidad, si estos conflictos se manejan bien, pueden ser momentos decisivos para crecer juntos. Lo importante es entender qué hay detrás de cada discusión y aprender a convertirlas en oportunidades para mejorar la relación. 

A continuación, vamos a revisar las causas más comunes de los desacuerdos y algunas formas de enfrentarlos de forma positiva para fortalecer la conexión y evitar que se repitan.

¿Por qué se dan las peleas en una relación de pareja?

Las discusiones pueden surgir por muchas razones. Algunas de las más comunes son:

Expectativas diferentes

Cada quien tiene una idea distinta sobre la relación y, cuando no se habla de esto, pueden aparecer frustraciones. Por ejemplo, uno puede pensar que pasar tiempo juntos significa salir y pasear, mientras que el otro prefiere estar en casa. Si no se comunica esta diferencia, puede dar lugar a conflictos constantes.

Problemas de comunicación

La falta de escucha activa, invalidación, utilizar generalizaciones o una forma agresiva de hablar pueden convertir una conversación en una pelea, ya que la intención detrás de las palabras se pierde cuando el tono no es el adecuado.

Heridas emocionales no resueltas

Experiencias del pasado pueden hacer que reaccionemos con más intensidad a ciertas situaciones. Si en relaciones anteriores hubo infidelidad o problemas de confianza, es posible que surjan inseguridades en la relación actual, incluso sin motivo aparente.

Falta de conexión emocional

Cuando la confianza, la intimidad y la empatía disminuyen, las discusiones pueden ser una manera de llamar la atención. Muchas veces, las peleas son una forma de expresar necesidades propias al otro, aunque no siempre se hace de la mejor manera.

Entonces, ¿cuándo es sano discutir? Como explicaremos a continuación, cuando se busca una forma asertiva para expresar emociones y necesidades propias, sin lastimar al otro, y cuando esos “conflictos” llevan a acuerdos y a una mejor comprensión.

¿Discutir mucho es sinónimo de que no hay amor en una relación?

La cantidad de discusiones no siempre es una señal de que falta amor. Sin embargo, sí es necesario aprender a diferenciar las peleas destructivas, llenas de gritos y reproches, de aquellas discusiones sanas, en las que ambas partes buscan resolver el problema con respeto y empatía.

Un punto importante es identificar si el objetivo de la discusión es exponer las inconformidades, para poder encontrar una solución, y no con el fin de enfrascarse en ganar la pelea. Si es el primer caso, la relación podrá beneficiarse de haber abordado el problema, en el momento oportuno.

De hecho, las parejas pueden fortalecer su relación y mejorar su capacidad de acuerdos, gracias a esas confrontaciones que se abordan de forma saludable. Por el contrario, las parejas que evitan discutir y exponer sus necesidades, pueden tener problemas mayores a largo plazo. 

¿Qué no hacer durante una discusión de pareja?

A estas alturas quizá te estés preguntando, cómo lograr una discusión sana. Según los psicólogos, lo principal es evitar ciertas conductas que pueden cambiar el curso de la confrontación. Estas son:

  • Invalidar las emociones del otro: Decir "estás exagerando" o "no es para tanto" solo aumenta la distancia entre ambos, ya que, restarle importancia a lo que el otro siente, aumenta su frustración.
  • Usar insultos o ataques personales: Lastima la confianza y la autoestima. Las palabras hieren, y aunque después se pidan disculpas, muchas veces el daño ya está hecho.
  • El silencio como castigo: Dejar de hablar del problema no lo resuelve, solo lo hace más grande. No haber llegado a una solución deja un resentimiento que puede aparecer en discusiones futuras.
  • No escuchar activamente: Si solo esperas tu turno para hablar, en lugar de entender lo que el otro dice, la discusión se vuelve un monólogo.

Entonces, ¿cómo resolver discusiones sin herir a tu pareja? Como explicamos a continuación, lo más recomendable es evitar las reacciones impulsivas, hablar con respeto y buscar soluciones en lugar de culpables. 

¿Cómo manejar las discusiones en pareja para evitar más conflictos?

Ya vimos lo que no se recomienda hacer, ahora es momento de revisar lo que sí se recomienda para que las discusiones se vuelvan oportunidades de crecimiento para la pareja.

  • Practicar la comunicación asertiva: Hablar claro y sin agresiones. Expresar lo que se siente sin culpar al otro.
  • Ser empáticos: Ponerse en el lugar del otro para entender su postura. Preguntarse: “¿Cómo me sentiría yo si estuviera en su lugar?” Puede ayudar a reducir la tensión.
  • Hacerse responsable de las emociones propias: En vez de culpar, expresar lo que se siente desde el “yo”. En lugar de decir “tú nunca me escuchas”, decir “me siento ignorado cuando no prestas atención a lo que digo”.
  • Llegar a acuerdos justos: Buscar soluciones donde ambos se sientan escuchados. No se trata de quién tiene razón, sino de qué es lo mejor para la relación.
  • Aprender de cada conflicto: Reflexionar sobre lo sucedido y cómo se actuó. Identificar patrones, los desencadenantes y cómo se puede trabajar en ello.

Finalmente, identificar los lenguajes del amor del otro también ayuda a que cada uno se sienta valorado y comprendido, según sus necesidades emocionales. Entender qué necesita la pareja para sentirse amada y responder a esto, puede reducir muchos conflictos innecesarios.

Herramientas para mejorar la comunicación en pareja y fortalecer la relación

Hasta aquí tenemos algo muy claro: la comunicación puede evitar malentendidos. Es por eso que existen diversas herramientas enfocadas en mejorar este aspecto de la relación. Por ejemplo, un juego de preguntas para conectar con tu pareja es ideal para conocerse más y prevenir malentendidos.

Otras estrategias muy recomendables son:

Terapia de pareja

Un profesional les puede ayudar a entender mejor la dinámica de la relación y encontrar soluciones. Además, no es solo para relaciones en crisis, también sirve para fortalecer la conexión antes de que surjan problemas graves.

Técnicas de comunicación efectiva

Más que la falta de comunicación, los problemas muchas veces surgen por no practicar la escucha activa y la validación emocional. Mostrar empatía por el otro puede cambiar el clima de una discusión.

Estrategias para abordar conflictos

Técnicas como la “regla de los 20 minutos”, proponen tomarse un tiempo para calmarse y bajar la intensidad emocional, antes de manejar el conflicto, para evitar las reacciones impulsivas. 

Juegos y herramientas interactivas

Buscar espacios para conectar y hacer preguntas profundas es lo más recomendable para conocer los valores y expectativas del otro. Los juegos de Cartas para parejas, que tenemos en Maestría Emocional, están diseñados para ese fin.

Conclusión

Las peleas de pareja no significan que todo esté perdido. Si se manejan bien, pueden ser momentos de aprendizaje y crecimiento. La clave está en comunicarse con respeto, usar herramientas para resolver los conflictos y reforzar la conexión emocional. 

Recuerda que cada discusión bien gestionada es una oportunidad para una relación más sana y fuerte.

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