1.Ser fuerte / ser duro
Constantemente se le enseña a los hombres a que tienen que ser autosuficientes, independientes, duros y tienen que salir adelante solos a pesar de las heridas.
Se piensa que siendo duros serán exitosos y respetados en la sociedad.
Se piensa que al ser vulnerable serás menos, serás débil y serás ridiculizado.
Ser duros causa desconexión y división. Ser vulnerables causa conexión. Necesitamos un mundo con más empatía.
2. Ser promiscuos
Los hombres son elogiados y celebrados por otros hombres por sus conquistas sexuales. Se cree que mientras más parejas o pretendientes mejor.
Existe una doble moral respecto a la promiscuidad: los hombres son elogiados y las mujeres son rechazadas o tachadas como “putas”.
Esta creencia causa muchas heridas emocionales en las relaciones personales.
3. No mostrar y suprimir las emociones
Se cree que ser emocional es una característica femenina y te hace menos hombre.
Llorar o mostrar heridas emocionales se ve como una debilidad.
Por lo tanto, no mostrar emociones y guardarse todo se ve como verdadera hombría.
Al guardar las emociones, la herida emocional no sana. Lamentablemente actuamos desde esas heridas y causamos daño a otras personas.
4. Ser dominantes
Existe un vínculo claro entre la violencia causada por hombres y la necesidad emocional de usar agresión o violencia para demostrar masculinidad, seguridad, confianza y poder.
No hay nada más poderoso que alguien que puede autodominarse y transmitir seguridad a través de la empatía y gentileza.
5. Agresión sexual hacia las mujeres
Desde esa falsa masculinidad, los hombres son propensos a hacer comentarios sexuales, bromas sexistas, cometer acoso o ver a las mujeres como objetos sexuales.
La sexualidad se trata desde un estado de consciencia meramente instintivo.
6. Rechazo a la diversidad sexual
Muchos hombres están programados para rechazar la homoexualidad, o cualquier otra diversidad sexual, por creer que eso se desvía del concepto de masculinidad que aprendieron.
Ser empático y compasivo no te hace menos masculino. Al contrario, sólo nos brinda una mejor sociedad.
7. No participar en la crianza o tareas del hogar
Las tareas del hogar y la crianza de los hijos se consideran femeninas.
No por ayudar o participar en tareas del hogar tendrás menos masculinidad.
Necesitamos dejar a un lado los estereotipos para llegar a una sociedad más equilibrada y sana.
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