Nadie nos enseñó a expresar nuestras emociones.
Más bien se nos alienta a guardarlas, reprimirlas, negarlas o solamente expresar emociones “positivas”.
“No te enojes”.
“No estés triste”.
“No tengas miedo”.
Cuando hay dolor o emociones difíciles lo más fácil es evitarlo y buscamos cualquier cosa que nos distraiga de esa emoción o pensamientos.
Acabamos con cualquier cosa que nos de placer instantáneo y nos ayude a olvidar el dolor.
…y así crecimos, construyendo una muralla que con el tiempo se solidificó en trauma, angustia, ansiedad, dolores físicos y reacciones emocionales fuertes a cualquier circunstancia.
No, no podemos cambiar el pasado.
Pero ahora podemos ser conscientes de la importancia de honrar nuestras emociones conforme llegan para procesarlas de una forma diferente.
Así podemos canalizar esta energía y que tome una nueva dirección. Expresándola de manera sana, sin que me dañe a mí o a otros.
Hoy sabemos gracias a la ciencia que una emoción no expresada se almacena en el cuerpo y esos químicos de estrés aumentan cada día.
Cuando la emoción es constante y prolongada llega a dañar tus sistemas, tejidos y órganos.
Ningún cuerpo está diseñado para estar en el sistema simpático de pelea o corre todo el tiempo.
Por eso es tan importante trabajar en tomar consciencia de nuestras emociones y pensamientos.
Por eso es tan importante tener herramientas que nos ayuden a entender y a liberar las emociones.
Estos juegos de preguntas te permiten expresar y entender tus emociones mientras conectas profundamente con las personas que te importan: click aquí
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