¿Alguna vez te han dicho que eres muy sensible, que estás exagerando o que dejes de llorar?
Aunque te hayan hecho sentir que la sensibilidad es una debilidad, en realidad es una fortaleza.
El problema no es que seas muy sensible, quizás el problema es que la otra persona no tiene la capacidad para sostener tus emociones.
No tiene las herramientas para manejar la emoción y le abruma.
Así como hay compatibilidad intelectual, también debe de haber compatibilidad en cuestión de sensibilidad.
No es que la sensibilidad sea mala, tal vez la persona con quien lo eres no sabe recibir tanta emoción.
Que seas sensible no quiere decir que te tienes que dejar llevar por la emoción y exaltarte todo el tiempo.
Ser sensible no es malo, pero dejarse llevar por las emociones constantemente es perjudicial.
Estos consejos te ayudarán a convertir la sensibilidad en una fortaleza:
#1 Mayor autoconocimiento:
Tener una mayor conciencia de tus propias emociones y cómo te afectan puede ayudarte a manejarlas de manera más efectiva.
Meditación, yoga y escribir en un diario te pueden ayudar.
Mientras más consciencia, más fácil puedes regular tus emociones.
#2 Establecer límites:
Si eres sensible, es posible que te sientas abrumado por las emociones de los demás.
Pon límites saludables para proteger tu salud emocional y mental.
#3. Buena comunicación.
Aprende a comunicar tus emociones y necesidades de manera efectiva.
#4 Práctica la resiliencia:
La sensibilidad puede hacerte más vulnerable al dolor y al estrés, por lo que es importante desarrollar la resiliencia.
Necesitas hábitos que te ayuden a manejar el estrés y puedas cultivar un sentido de gratitud y perspectiva positiva.
#5. Encuentra tu lugar en el mundo:
Encuentra una comunidad de personas que valoren y aprecien tu sensibilidad.
Probablemente tengan los mismos intereses que tú y así los puedes encontrar.
Estas barajas de preguntas te ayudarán a tener mayor consciencia sobre tus emociones: click aquí
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