En las relaciones de pareja siempre está la posibilidad de cortar.
En las amistades no. Asumimos que son para siempre.
La realidad es que muchas veces ese no es el caso.
Lo normal es que las amistades se rompan o se distancien.
No necesariamente tiene que haber un conflicto.
Tal vez simplemente tomaron caminos distintos o tienen ritmos de crecimiento diferentes.
Por lo mismo, ahora los valores pueden ser muy diferentes.
Lo normal es que las amistades cambien a medida que nosotros cambiemos.
Perder amistades puede doler. Incluso puede doler más que perder una pareja.
Creo que hay que normalizar que las amistades acaban. Eso nos permite procesar la emoción de pérdida que conlleva.
Muchas veces se mantienen amistades por los recuerdos y la historia, pero la realidad es que tal vez mantener la conexión nos quita más de lo que nos da.
Hay amistades que traicionan, nos hacen daño o que ya no nos hacen bien.
A veces es mejor tomar distancia.
Es importante agradecer o recordar con cariño los momentos vividos, pero al mismo tiempo aceptar que es mejor que el vínculo cambie.
¿Qué señales nos ayudan a evaluar la amistad?
¿Cómo reacciona cuando compartes buenas noticias?
¿Sientes que eres la versión más auténtica de ti cuando estás con esa persona?
¿Hablan de sí mismos y no hacen preguntas de tu vida?
¿Es una amistad condicional? ¿Están contigo cuando obtienen algo a cambio y desaparecen en cuanto ya no tienen ese beneficio?
¿Te usan constantemente a ti para hacer chistes y entretener a otros?
¿Están felices por tu éxito y crecimiento? ¿o sientes competencia, comparación y celos?
¿Eres tú quien se comunica primero? Si no los buscas, ¿te buscan?
¿Te juzga o te hace menos?
¿Está para ti en los momentos difíciles y te escucha?
¿Quieres conectar profundamente con tus amistades?
Estos juegos de preguntas son ideales para lograrlo: Si quieres incrementar tu inteligencia emocional y al mismo tiempo conectar con otras personas.
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