Creemos que simplemente debemos de confiar en nuestros sentimientos y en lo que “quiere el corazón”.
Pero la realidad es que muchas veces confiar en ese impulso acaba en un desastre, ¿por qué?
Creemos que elegimos pareja conscientemente basándonos en una lista de características que valoramos.
Pero en realidad, de manera subconsciente sólo nos atrae cierto tipo de personas.
Ignoramos las parejas potencialmente buenas y vamos directo con personas que nos traen dolor y tocan nuestras heridas.
Se tienen malas experiencias en el amor, porque elegimos mal.
Pensamos que la atracción es algo sólo biológico o que somos libres de elegir a quien sea, pero en realidad nos atraen dinámicas subconscientes especificas y tenemos tendencias muy definidas a ciertos perfiles psicológicos. ¿Por qué?
Las personas que nos atraen son resultado de nuestra infancia
De manera subconsciente, buscamos a personas que nos hacen sentir de forma similar a lo que nos acostumbramos estando pequeños.
El problema es que el amor que experimentamos al crecer, probablemente venía acompañado de aspectos negativos.
Tal vez nuestro papá o mamá era una persona fría, distante, controladora o tal vez nunca estaba disponible, nos hacía sentir que no somos suficientes o era alguien con quien no podías ser vulnerable.
Aunque suene raro, esa forma de recibir cariño es lo que se convierte en lo que sentimos y conocemos como amor.
A eso nos acostumbramos y termina siendo lo que buscamos cuando crecemos.
La relación con una pareja potencial correcta puede sentirse extraña si no sentimos ese aspecto negativo al que nos acostumbramos.
Muchas veces no elegimos a las parejas que son buenas para nosotros, si no a las parejas que nos tratan de formas conocidas y familiares.
Pregúntate, ¿qué tipo de personas te atraen ahora? ¿De que sufriste en tu infancia? ¿Te atrae eso? ¿Yo hago sufrir así a mi pareja?
Podemos cambiar los patrones al darnos cuenta lo que asociamos con amor y al tener muy claro el tipo de relación y amor que queremos experimentar.
Visualizar y sentir el tipo de conexión que queremos experimentar nos ayudará a ir cambiando patrones.
¿Quieres elegir bien a tu pareja?
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