¿Qué es más elegante?
¿Izquierda o derecha?
¿Quién tiene buen gusto?
En la actualidad muchas personas dicen que lo bello y lo feo son subjetivos.
¿Realmente es cierto?
Las estadísticas dicen lo contrario. Siempre hay preferencias en todo.
Si los gustos se pueden predecir, repetir, medir y comprobar, entonces significa que no es subjetivo.
Si la mayoría de la gente concuerda, es porque sí existen características objetivas que hacen que algo sea bonito o bello:
Como la simetría, la proporción, la simplicidad, la novedad o la familiaridad.
La mente capta toda esa información aunque no seas consciente y no lo puedas explicar.
Si la belleza tiene aspectos objetivos, entonces ¿por qué hay gente con mal gusto?
El mal gusto existe porque hay aspectos psicológicos que controlan los gustos y nublan nuestra capacidad de ver lo realmente bello.
Tal vez hay una necesidad emocional de llamar la atención, de ser único y ser importante.
…o tal vez por compensar.
La teoría psicológica de la compensación dice que nos atraen estilos que compensan aspectos que nos faltan en nosotros mismos.
De ahí viene el chiste de hombres con camionetas enormes.
Por ejemplo, con la extravagancia y el exceso
Los árabes y los rusos han ganado fama en el mundo de tener un mal gusto por ser demasiado llamativos o extravagantes.
Son dos sociedades que décadas atrás sufrieron de pobreza y escasez. Esto crea deseos por compensación y por llamar la atención.
Lo mismo pasa con las minorías de cualquier país.
El mal gusto es una compensación.
A nivel individual, el mal gusto pasa por lo mismo. Tal vez se busca compensar ese reconocimiento y atención que no se tuvo o se busca cubrir un dolor por no sentir que pertenecía.
Si quitamos la necesidad emocional, podemos tener un ojo más crítico hacia la belleza.
Tener buen gusto y un ojo para la belleza es una habilidad que se entrena.
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