“Los hombres no lloran”
“Las mujeres son muy emocionales”.
Está tan arraigada la creencia de que ser emocional es una debilidad que creemos que la inteligencia emocional significa controlar las emociones para no llorar y para no sentir emociones desagradables.
Muchas personas creen que para ser fuerte y estar bien en la vida, lo mejor que se puede hacer, es evitar llorar.
Si nos enseña de niños que ser emocional es malo y se nos dice que no lloremos.
La realidad es que expresar las emociones es mucho más sano que reprimirlas y guardarlas.
Pretender que no tienes emoción no es un superpoder, es una creencia dañina que tiene la sociedad.
¿Alguna vez te han dicho que eres muy emocional? En nuestra sociedad se dice con una connotación negativa.
A las personas que sienten mucho se les considera débiles o se considera que es un error ser vulnerables porque te pueden herir.
¿Qué tal si lo negativo es lo contrario?
Tal vez el problema no es que seas muy sensible, tal vez el problema es que las personas que reciben nuestra emociones no tienen la capacidad para sentir empatía o no saben manejar la emoción y les abruma.
En ningún momento se les enseñó a manejar sus emociones.
Pocas personas son capaces de ver a otra persona llorar y no sentirse incómodos.
¿Por qué se considera como alguien fuerte a la persona que no siente nada y reprime todo?
Reprimir solo acumula dolor en nuestro subconsciente y no desaparece. Posteriormente actuamos desde esa emoción guardada.
Si te alejas de tus propias emociones, ¿adivina qué? También te estás alejando de las emociones de los demás.
Al alejarte de tus propias emociones, es más difícil sentir empatía y compasión.
En el mundo que vivimos necesitamos lo contrario. Necesitamos gente sensible que esté en contacto con sus emociones para que pueda sentir empatía.
Así viviremos en una sociedad donde se piensa más en el otro y en lo que nos rodea.
Es cierto, tenemos que aprender a no dejarnos llevar solamente por las emociones y que nos controlen. Pero el otro extremo de reprimir todo tampoco es sano.
Tenemos que aprender a sentir, expresar lo que sentimos, entenderlo y dejar pasar la emoción.
Si quieres cultivar tu vulnerabilidad y en el proceso conectar profundamente con la gente que quieres.
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