En nuestra sociedad, la vulnerabilidad comúnmente se percibe como una debilidad, ya que de niños nos enseñan que ser fuertes es no mostrar nuestras emociones y a evitar cualquier señal de fragilidad. Sin embargo, la vulnerabilidad es en realidad una herramienta poderosa para establecer conexiones profundas y auténticas con los demás.
Pero, ¿a qué se refiere este concepto y cómo sucede? Para que empieces a construir una relación diferente con la vulnerabilidad, desde una nueva perspectiva, en este post te explicamos qué significa ser vulnerable, desde la psicología, y por qué es esencial para nuestras relaciones y nuestro crecimiento personal.
¿Qué es la vulnerabilidad?
La vulnerabilidad es la capacidad de conectar en profundidad con todo lo que somos: nuestros defectos, debilidades, miedos y emociones. Por ello implica, en primer lugar, identificar y aceptar los aspectos más sensibles de nuestra persona para después mostrarnos a los demás de una forma más auténtica.
Dicho de otro modo, se trata de no esconder, detrás de una fachada de perfección, aquellas emociones y pensamientos que pudieran hacernos parecer débiles.
La investigadora Brené Brown, quien es un referente de la psicología, define la vulnerabilidad como “incertidumbre, riesgo y exposición emocional”. Es la valentía de presentarse como un ser no perfecto y ser visto, incluso cuando nuestros resultados son inciertos. Es aceptar que no somos perfectos y que está bien ser así.
La percepción errónea de la fortaleza
Por el contrario, tradicionalmente, la fortaleza se ha asociado con la capacidad de no mostrar emociones, de no llorar, de no mostrar defectos ni errores. Esta visión nos ha llevado a creer que ser fuerte significa ser invulnerable. Sin embargo, esta percepción es errónea y tiene consecuencias poco saludables.
Cuando reprimimos nuestras emociones y evitamos aceptar nuestras debilidades, el dolor y el sufrimiento no desaparecen. Se acumulan en nuestro subconsciente y afectan nuestro comportamiento y nuestra salud emocional.
Por ello, la verdadera fortaleza no reside en la negación de nuestras emociones, tampoco en no reconocer nuestros defectos o nuestros errores, sino en la capacidad de aceptarlos y gestionarlos, para vivir mejor, superarlos si es el caso o incluso aprender de ellos.
Ten la valentía de ser tu misma/o.
Entonces, la verdadera fortaleza está en la vulnerabilidad
Como dice Brené Brown: “Se puede medir el coraje de una persona mediante su capacidad para ser vulnerable”. Así que la verdadera fortaleza es la capacidad de ser vulnerable. Es decir, la valentía de sentir y conectar con nuestros aspectos más dolorosos o sensibles para poder crecer como personas.
Esto es porque, cuando aceptamos nuestros defectos y errores, podemos trabajar en ellos y mejorar para nuestro propio bienestar, ya que la calidad de nuestra vida es un reflejo directo de nuestro crecimiento personal. No podemos cambiar lo que no reconocemos. Al aceptar y compartir nuestras vulnerabilidades, abrimos la puerta al cambio.
Entonces, ¿para qué ser vulnerables?
Aceptar la vulnerabilidad de forma personal, es importante para nuestra salud emocional y mental, ya que cuando evitamos nuestras emociones y debilidades, nos negamos la oportunidad de procesar y sanar. Por el contrario, al darnos espacios para sentirnos tal cual somos, nos permitimos liberar el dolor acumulado y enfrentar nuestros miedos y defectos de una forma saludable.
Además, reconocer y aceptar nuestras debilidades no nos hace menos valiosos; al contrario, nos hace más humanos y auténticos. Por ello, nos ayuda a desarrollar una relación más saludable con nosotros mismos y, como veremos más adelante, aceptar la vulnerabilidad también nos permite conectar de forma más profunda con los otros.
La vulnerabilidad como herramienta de conexión
¿Por qué se dice que la vulnerabilidad es fundamental para establecer conexiones profundas y significativas con los demás? Cuando nos mostramos tal como somos, permitimos que los demás también se sientan seguros para ser auténticos. Es como hacer un intercambio de autenticidad para crear un vínculo fuerte y genuino.
Pero, ¿con quién y dónde ser vulnerable? Existen espacios para esto, como los espacios terapéuticos y las charlas con personas cercanas y de confianza, como nuestra pareja o amigos más entrañables. Seguramente has experimentado esas conversaciones en las que te sientes en un lugar seguro para mostrarte tal cual eres.
Pero eso no surge de la noche a la mañana, se construye poco a poco y todo puede empezar como un juego de sinceridad, como cuando compartes “cosas que te mantienen humilde” o cuando platicas de anécdotas de tu infancia, este tipo de dinámicas se dan mediante un intercambio que permite que las personas se conozcan.
De hecho, existen algunas herramientas para fomentar la vulnerabilidad, como la cajita “vulnerabilidad” que tenemos en Maestría Emocional y que puedes comprar en línea. Se trata de un juego de cartas con preguntas que invitan a la reflexión y al compartir aspectos personales que normalmente podríamos mantener ocultos.
Al utilizar estas preguntas con quienes ya se tiene una relación de confianza, las personas se abren y comparten sus pensamientos y sentimientos más profundos, lo que lleva a una conexión más profunda y auténtica. Este tipo de interacción nos ayuda a comprendernos mejor y a crear lazos más fuertes y significativos.
Te sugerimos leer: ¿Por qué es importante la vulnerabilidad?
Transformar la adversidad a través de la vulnerabilidad
La vida está llena de adversidades y desafíos constantes. Es parte de la experiencia humana. Es por eso que quienes aceptan con naturalidad sus fracasos y errores, y aquellos que saben cómo responder y transformar la adversidad, son quienes están mejor preparados para evolucionar y alcanzar un desarrollo pleno.
La vulnerabilidad nos permite enfrentar estos desafíos de manera constructiva, aprender de ellos y crecer:
La aceptación de nuestras imperfecciones y la capacidad de mostrarnos vulnerables nos proporciona la resiliencia necesaria para superar las dificultades. En lugar de aparentar ser quien no somos, nos permite adaptarnos, aprender y evolucionar, en lugar de quedarnos estancados en el dolor y el sufrimiento.
En resumen, la vulnerabilidad es una oportunidad para conectar profundamente con los demás y con nosotros mismos. Es la verdadera fortaleza que nos permite crecer, mejorar y enfrentar la vida con autenticidad y valentía. Al aceptarnos y compartirnos como somos, construimos relaciones más fuertes y significativas, y desarrollamos una relación más saludable con nosotros mismos.
¿Quieres crear conexiones profundas? La cajita “Vulnerabilidad” de Maestría Emocional es una herramienta excelente para fomentar esta apertura y conexión en nuestras relaciones. Está llena de preguntas diseñadas especialmente para generar vulnerabilidad, Te invitamos a crear un espacio seguro para compartir y conectar a un nivel más profundo con esas personas especiales.
⚫ Esta baraja con 60 preguntas está especialmente diseñada para crear espacios para la vulnerabilidad.
Si vives en Colombia, da clic aquí.
¿Resides en Chile? Presiona aquí.
